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18 noviembre, 2025

Postergar tu chequeo puede costarte más que tiempo

Mujer en el ginecólogo chequeo por posible cáncer de cuello uterino

Pasan los días, las semanas, los meses… y entre trabajo, familia, recados y pendientes, tu chequeo ginecológico queda en la lista de “lo hago después”. Cada día, 12 mujeres en el Perú son diagnosticadas con cáncer de cuello uterino, y la mayoría no tenía síntomas cuando la enfermedad empezó a desarrollarse. Este es un cáncer que avanza en silencio… hasta que deja de hacerlo. Y cuando da señales, suele ser porque ya va muy avanzado.

Por eso, postergar un chequeo es poner en pausa una oportunidad de detectar algo a tiempo.

¿Por qué ocurre y cómo se previene el cáncer de cuello uterino?

La mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino están relacionados con el Virus del Papiloma Humano (VPH), un virus común que se transmite principalmente por contacto sexual. De hecho, más del 80% de las personas sexualmente activas lo contraerán en algún momento de sus vidas.

La buena noticia: este cáncer es uno de los pocos que se pueden prevenir casi al 100%. La clave está en vacunarse y hacerse pruebas de tamizaje de manera regular.

¿Cuándo y con qué frecuencia debo hacerme mis chequeos?

No es complicado. Solo necesitas hacerte estos dos exámenes:

1. Papanicolaou (PAP)

  • Desde los 21 años
  • Cada 3 años, si los resultados son normales

Este examen analiza células del cuello uterino para identificar cambios antes de que se conviertan en cáncer.

2. Test de VPH

  • Desde los 30 años
  • Cada 5 años, combinado con Papanicolaou, si ambos salen negativos

Esta prueba detecta directamente el virus que, si permanece en el tiempo, puede causar lesiones que evolucionen a cáncer. Si se encuentran lesiones tempranas, existe tratamiento para eliminarlas antes de que se vuelvan invasoras.

¿Dónde entra un seguro en todo esto?

Un seguro oncológico o de salud puede marcar una gran diferencia, porque te permite:

  • Realizar chequeos preventivos sin retrasos
  • Acceder a especialistas y pruebas como PAP o VPH
  • Cubrir tratamientos desde etapas tempranas (cuando son menos invasivos)
  • Reducir los costos que podrían ser muy altos si la enfermedad avanza

Más que ‘estar cubierta’, necesitas acceso a tiempo. Y cuando hablamos de cáncer de cuello uterino, el tiempo es literalmente vida. ¡Tu salud no espera, tú tampoco deberías hacerlo!

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