¿Acabas de ingresar a una empresa y crees que los beneficios llegan recién después de unos meses? ¡Error! Desde el primer día, tu contrato incluye un respaldo que muchos pasan por alto: el Seguro de Vida Ley. Un beneficio obligatorio que, aunque no siempre lo notes, está ahí para protegerte a ti y a tu familia desde el minuto uno.
Este seguro no es un simple “extra” en la planilla. Su finalidad es darte tranquilidad y garantizar un alivio económico inmediato a tus seres queridos en caso de fallecimiento —sea natural o accidental— o si enfrentas una invalidez total y permanente.
¿Qué cubre el Seguro de Vida Ley?
Las coberturas son claras y se calculan en función a tu sueldo mensual:
- Fallecimiento natural. Indemnización de hasta 16 remuneraciones.
- Fallecimiento accidental. Indemnización de hasta 32 remuneraciones.
- Invalidez total y permanente. Indemnización de hasta 32 remuneraciones.
¿A quiénes aplica este seguro?
A todos los trabajadores del sector privado en planilla, sin importar el rubro, el régimen laboral o el tipo de contrato. También aplica a empleados del sector público que laboren bajo el régimen del Decreto Legislativo N.º 728.
¿Quiénes son los beneficiarios?
El respaldo está pensado para quienes más dependen de ti: tus hijos, cónyuge o conviviente. Si no los hubiera, el beneficio recae en tus padres o en tus hermanos menores de 18 años. Así, tu familia puede afrontar gastos inmediatos, cubrir estudios o continuar con sus proyectos sin quedarse desprotegida.
Recuerda que el Seguro de Vida Ley es un derecho por lo que no te olvides de conversar con tu empleador o un representante de Recursos Humanos para asegurarte de que están cumpliendo con ello. Descubre más sobre este y otros seguros laborales en www.dimequetienesseguro.com