Empiezan las reuniones, los viajes, los abrazos y los brindis. Todo va bien… hasta que alguien estornuda, otro dice “me siento fatal” y el cuerpo te pasa la factura de golpe: fiebre alta, dolor en todo el cuerpo y cero ganas de levantarte de la cama. No es un resfrío cualquiera. En Perú ya se confirmaron los primeros casos de influenza A H3N2, y las autoridades han encendido la alerta.
¿Qué es la influenza A H3N2?
La influenza es una infección respiratoria causada por el virus de la gripe. En este caso, hablamos del subtipo A H3N2, uno de los más comunes a nivel mundial, conocido por provocar cuadros intensos, especialmente en niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Y en Perú, ya se han identificado los primeros casos en Lima. Con el movimiento típico de fin de año —viajes, visitas, eventos—, el riesgo de contagio se multiplica.
¿Es gripe o es influenza A H3N2? Aprende a diferenciarlas
Aunque ambos tienen síntomas similares, es clave conocer sus diferencias: la principal está en la intensidad. Si te tumba y no te deja ni pararte, probablemente no sea un simple resfrío.
| Resfrío común | Influenza A H3N2 |
| Empieza poco a poco | Empieza de golpe |
| Fiebre baja o inexistente | Fiebre alta (38 °C o más) |
| Dolor de garganta leve | Tos seca, escalofríos |
| Congestión nasal y estornudos | Dolor fuerte de cabeza y cuerpo |
| Puedes seguir con tu rutina | Cansancio extremo (postración total) |
¿Por qué no hay que tomarla a la ligera?
Aunque la mayoría se recupera en una o dos semanas, la influenza no debe tomarse a la ligera. Puede complicarse y derivar en neumonía, infecciones de oído o de los senos paranasales, y agravar enfermedades preexistentes como asma, diabetes o problemas cardíacos. Los grupos de mayor riesgo son los niños menores de cinco años, adultos mayores, mujeres gestantes y personas con enfermedades crónicas.
Lo primero que debes hacer si tienes fiebre es quedarte en casa para evitar contagiar a otros. Usa mascarilla cuando estés cerca de personas y no te automediques. Si los síntomas empeoran, como dificultad para respirar, dolor o presión en el pecho, fiebre que no baja o que vuelve con más fuerza, confusión, mareos intensos o debilidad extrema, busca atención médica urgente. En niños es importante estar atento a respiración rápida, labios azulados, o el rechazo a caminar.
¿Cómo puedes protegerte?
La vacunación contra la influenza sigue siendo una de las medidas más efectivas, ya que reduce significativamente el riesgo de complicaciones graves. Si ya tienes síntomas, la clave es no esperar: actúa rápidamente y, si tu cuadro se complica, lo último que necesitas es preocuparte por el dinero. Un seguro de salud te respalda en consultas médicas, exámenes, diagnósticos, hospitalización, medicamentos y tratamientos. Así, puedes enfocarte en lo más importante: tu recuperación, sin estrés adicional.
La influenza A H3N2 ya está en el país. No es motivo para entrar en pánico, pero sí para tomar precauciones y estar alerta. ¡Escucha a tu cuerpo, no minimices los síntomas y protégete!
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